- Hará unos tres días recibimos
un mensaje proveniente de palacio. Un buitre aterrizó en el alfeizar
de mi despacho del ala oeste y, cuando estaba comenzando a peinarle
la barriguita, me di cuenta de que tenía un pequeño pergamino atado
a su garra. Normalmente recibo mis suscripciones a los panfletos
sobre amebas a través de un jabalí muy simpático; no es tan veloz
como un halcón pero cumple su cometido. Por eso me sorprendí al ver
un manuscrito en su pata.
» El documento estaba sellado con
el cuño real así que enseguida deduje que era de extremada
importancia. Por eso me tomé un baño de burbujas antes de leerlo,
para relajarme. Al fin he descubierto la cantidad apropiada de
caballitos de mar a incluir en la bañera para crear un agradable
hidromasaje, así que el remojón de verdad calmó mis nervios.
» El mensaje estaba firmado por
una de las consejeras de la reina: una tal “Evantris” o algo
semejante. En resumen, manifestaba la intención de su majestad de
visitar este pantano, ya que su esfera de porcelana de Entropía se
había hecho añicos. La Reina requería mis servicios para reparar
este objeto de curiosidad científica. Ciertamente, esta pieza tan
singular llamó mi atención. Nunca he sostenido en mis manos nada
elaborado a partir de este tipo de material tan peculiar. En seguida
reservé unas horas en mi agenda y envié acuse de recibo con la
fecha y hora de nuestra futura cita.
» Tras responder a la
correspondencia de la soberana, decidí repasar algunos de mis tomos
más aburridos sobre gemología. La porcelana de Entropía es la
única porcelana que no es fabricada, sino que se puede encontrar en
su estado final directamente en la naturaleza. A mi entender, durante
centurias existieron minas de las que se extraía este material y se
vendía entre los más distinguidos nobles a un precio exorbitante.
Los textos localizan estas minas en la zona de Sargadelia, pero sé
de primera mano que se agotaron hará un par de siglos.
» Es un elemento muy complicado
de manipular y la antigua literatura dice de ella que tiene
propiedades muy particulares. La cualidad que más se le atribuye es
la de acentuar las habilidades de quien la posee. Según estos
textos, si la Reina de veras posee una esfera de este material, sus
destrezas se verían intensificadas. Quizá sea lo que la haya
ayudado a “inhabilitar” al Rey, como la coqueta jovencita ha dado
a entender en su metáfora ornitológica.
» Tras el agotamiento de las
minas, una gran parte de la población de nuestro reino comenzó a
percibir la porcelana de Entropía como un material peligroso y
sobrenatural, que tan sólo favorecía a aquellos afortunados que
podían permitírsela. Así pues, un pequeño comité recorrió hogar
tras hogar recolectando hasta el último residuo de porcelana. Creo
recordar que, para destruirlo, transportaban el material hasta un
templo en la costa, donde la confluencia de corrientes marinas y
terráqueas anulaba las extraordinarias cualidades de la porcelana.
Tras ello, era despedazada y barrida después por alguien del equipo
de limpieza. La Reina proviene de una familia pudiente; imagino que
una posibilidad es que lograron ocultar en sus cámaras durante
décadas algo de porcelana.
» Por cierto, gracias por los
pinchitos, cielo. Las algas a la marinera están deliciosas con el
licor café.
» La Reina y su comitiva llegarán
temprano mañana a la mañana para reunirse conmigo. Mi sugerencia es
que, si de veras sois tránsfugos de la ley, estéis lo más lejos
posible de mi hogar para entonces. Os habéis zampado parte de mi
despensa ecológica, así que deduzco que vuestros estómagos están
suficientemente satisfechos. Por favor, visitad los aseos antes de
vuestra partida. Ángelus y yo elaboramos nuestro propio jabón de
manos de toxo.
Supongo que vuestros jamelgos habrán engullido el montón de heno y
paja que habíamos cepillado hacia una esquina de los establos.
Deberíais retiraros, lo más tardar, al mediodía. Os daré un par
de aperitivos para vuestro viaje. Esperad aquí, enseguida
volveremos.
» ¿Has visto qué gran discurso,
cariño?